Aunque fue Premio Nobel de Literatura en 2005, Pinter tiene en su haber tanto obras maestras como, a mi parecer, algún que otro bodrio. Viejos Tiempos se encuentra a mitad de camino entre una categoría y otra. Tiene mucho planteamiento, apenas tiene nudo y muy poquito desenlace. Habla de los recuerdos y cuestiona la realidad de todo lo que recordamos, si las cosas que ocurrieron fueron tal y como las recordamos o de otra forma, como quisiéramos que hubieran sido.
Toda la obra consta del diálogo sobre el pasado de los 3 personajes: un matrimonio y una antigua amiga de ella.
Lo mejor de la obra, para mi, es la delicia de ver juntos sobre el escenario a los 3 magníficos actores que forman el reparto.
No es fácil de juntar en un mismo cartel a Emma Suárez, Ariadna Gil y a José Luis García Pérez. Imagino que el móvil de la gente que llena la sala cada día es el nombre de sus 3 protagonistas, más que el título casi desconocido de Pinter.
Ariadna Gil y Emma Suárez merecen un título y unos personajes más ricos y de mayor enjundia para poder disfrutar de un duelo de actrices. Otra vez será.