En el Teatro Circo Price se dan la mano el teatro, el circo y la realidad en Capitalismo (Hazles reír).
Un experimento teatral, que nació de unos talleres impartidos por el equipo de la compañía Animalario, está dando sus frutos y cumpliendo la primordial función que debe cumplir el teatro que es, como he dicho más veces, la de hacernos preguntas. El teatro debe plantear reflexiones para que nosotros pensemos y nos contestemos a lo que el teatro te cuestiona, el teatro pregunta y el espectador responde.
Eso es lo que hace precisamente esta función, con una crítica ácida y mordaz a la realidad que nos ha tocado vivir. La pista central del circo-teatro la toman por igual trapecistas, acróbatas y lanzadores de cuchillos como una presidenta del gobierno, una familia representante de una sociedad enferma que debe acudir en varias ocasiones al médico, un magnate de un casino ante el que se bajan los pantalones por sus pretensiones de dudosa legalidad ¿les suena?, ocas, perros,.....
Con una estética descuidada aparentemente, y en un clima inquietante un tanto sórdido, el director de Animalario dirige también a los personajes en directo como si de números circenses se trataran, Andrés Lima, látigo en mano va dando paso a las diferentes escenas, en las que se ven cosas que diariamente leemos en el periódico, pero en un sentido más literal, ya que el espectador es testigo de como los actores escenifican, por ejemplo, el hecho de que el poder, los que nos gobiernan, se baje los pantalones ante el dinero, aunque para ello haya que legalizar a las mafias rusas, las de la prostitución, las del tráfico de armas, de drogas,..., y así, arrastrarse como lagartijas y comernos la mierda de quien viene a darnos un dinero para que él se enriquezca aún más. Es el servilismo de quien gobierna a una sociedad que es cruelmente golpeada cada vez que se levanta y ve un horizonte claro y luminoso, momento en el que recibe otro golpe que le propina la vida. Parece que un sector de esta sociedad está condenada a no reírse, a sufrir, aunque el título de la función invite a ello, Capitalismo (hazles reír).
Un reparto de lujo para este amargo divertimento teatral: Aitana Sánchez Gijón, Natalie Poza, Irene Escolar, Silvia Marsó, Luis Bermejo; Rulo Pardo y Edu Soto en sus principales papeles. Un elenco, al que hay que sumar acróbatas, trapecistas,..., que se entregan en cuerpo y alma y nos dan el 100% de su talento y de su energía.
Capitalismo (hazles reír) nos muestra una visión del mundo en el que vivimos en forma de circo, aunque en la carpa de la vida, a veces sobrevivir es más difícil todavía. O si no, Pasen .....y vean, al fin y al cabo el teatro es un espejo en que se refleja la vida.
Enhorabuena a los actores por su impecable trabajo, a Juan Cavestany, Andrés Lima y al Taller de Investigación Teatral Contemporáneo por esta propuesta tan valiente y arriesgada.
miércoles, 18 de septiembre de 2013
domingo, 15 de septiembre de 2013
LA ODISEA DE HOMERO
El Teatro Cofidís Alcázar acoge estos día a un pedazo de actor como Rafael Álvarez El Brujo.
El Brujo representa La Odisea, el poema épico de Homero a su manera, tan reconocible con ese estilo tan personal al que nos tiene acostumbrados el actor.
Recrea en el monólogo las peripecias de todos los personajes que aparecen en La Odisea, desde la destrucción de Troya pasando por todos los acontecimientos que se sucedieron con Ulises, Telémaco y demás dioses como protagonistas.
Mantener un actor solo la atención del espectador durante dos horas no es empresa fácil, pero a El Brujo parece que no le cuesta, es cierto que está acostumbrado a la soledad en el escenario, pero con textos clásicos no debe ser fácil, pero lo consigue.
Además de admirar su forma de interpretar, consigue al final siempre arrancar ovaciones y aplausos durante muchos minutos. Como es habitual en sus obras, por clásicas que sean, siempre hace guiños a la actualidad y mezcla a Laertes con Rajoy con suma naturalidad, aunque el pasado martes que es cuando yo la presencié, como no podía ser de otra forma, sus estudiadas "morcillas" iban dedicadas a nuestra alcaldesa y a su glorioso discurso en la candidatura a Madrid 2020 y su "relaxing café con leche in the Plaza Mayor", arrancando varias carcajadas por sus brillantes ocurrencias.
Un texto difícil que El Brujo defiende solo, bueno, acompañado por 2 músicos que tocaban en directo y por un sobrio decorado, y consigue que sus fieles, que son muchos, salgan del teatro esbozando una sonrisa y elogiando la interpretación de un actor, de Rafael Álvarez El Brujo.
El Brujo representa La Odisea, el poema épico de Homero a su manera, tan reconocible con ese estilo tan personal al que nos tiene acostumbrados el actor.
Recrea en el monólogo las peripecias de todos los personajes que aparecen en La Odisea, desde la destrucción de Troya pasando por todos los acontecimientos que se sucedieron con Ulises, Telémaco y demás dioses como protagonistas.
Mantener un actor solo la atención del espectador durante dos horas no es empresa fácil, pero a El Brujo parece que no le cuesta, es cierto que está acostumbrado a la soledad en el escenario, pero con textos clásicos no debe ser fácil, pero lo consigue.
Además de admirar su forma de interpretar, consigue al final siempre arrancar ovaciones y aplausos durante muchos minutos. Como es habitual en sus obras, por clásicas que sean, siempre hace guiños a la actualidad y mezcla a Laertes con Rajoy con suma naturalidad, aunque el pasado martes que es cuando yo la presencié, como no podía ser de otra forma, sus estudiadas "morcillas" iban dedicadas a nuestra alcaldesa y a su glorioso discurso en la candidatura a Madrid 2020 y su "relaxing café con leche in the Plaza Mayor", arrancando varias carcajadas por sus brillantes ocurrencias.
Un texto difícil que El Brujo defiende solo, bueno, acompañado por 2 músicos que tocaban en directo y por un sobrio decorado, y consigue que sus fieles, que son muchos, salgan del teatro esbozando una sonrisa y elogiando la interpretación de un actor, de Rafael Álvarez El Brujo.
jueves, 5 de septiembre de 2013
FESTIVAL DE TEATRO DE ALMAGRO 2013
Como cada año se celebró durante casi todo el mes de julio un certamen más del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro.
Además del placer que supone visitar una vez al año la preciosa localidad castellano-manchega, y disfrutar de su gastronomía, sus gentes, sus calles, sus históricos y culturales edificios, sus cañas, su diversión nocturna y demás, también ofrece la posibilidad de presenciar obras de teatro de primer nivel en unos escenarios, nunca mejor dicho, impresionantes.
Como rituales que se repiten cada año tenemos las obligadas cenas en el patio de La Hospedería de Almagro y en El Corregidor, dos lugares clásicos de Almagro de los que no te cansas aunque repitas la visita año tras año. En ellos se puede degustar los manjares autóctonos de la zona regados por el mejor vino en un ambiente joven, distendido y agradable. Visita obligada a los dos lugares cuando tengáis oportunidad de visitar Almagro.
El alojamiento en el hotel rural Tía Pilar, muy céntrico junto a la Plaza Mayor, hace que te sientas como en casa gracias a Consuelo y Mercedes que lo regentan. Desayuno abundante y exquisito, piscina, varios patios manchegos, wi-fi, y un trato inmejorable hace que, si cabe, la estancia en Almagro sea aún mejor y se haga más corta. Las primeras copas, después de la función, en el Agora o en otros de la misma calle, y las últimas copas, hasta que el cuerpo aguante, en el Seven, antes llamado Urgencias, contribuyen a que se aproveche el fin de semana al máximo, porque ¿quien ha dicho que la cultura está reñida con la fiesta?
Parezco, hasta el momento, relaciones públicas de Almagro pero para nada, simplemente recomiendo lo que me parece bueno y quiero compartirlo en este blog. Además de hacer todo lo que os he relatado más alguna visita a una exposición, al Museo del Teatro y a alguna tienda de berenjenas de Almagro, presenciamos cada día del finde una función que paso a comentar un poco.
El primer día elegimos un montaje poco habitual en el Festival por lo trangresor y original, ya que no era una obra clásica al uso sino un divertimento teatral en el que a través de varias piezas del teatro barroco, van desgranando y desmontando la actualidad con gran agudeza, ingenio y humor. Un espectáculo cómico-festivo con música en directo a cargo de la compañía Ron Lalá. La obra se titulaba Siglo de Oro, Siglo de Ahora (Folía), el balance fue una hora y media de diversión, carcajadas y ovaciones con el público en pie.
Para el segundo día sí elegimos un clásico, no solo porque se trate de la CNTC sino porque cada año la Compañía visita el Festival y nosotros la visitamos a ella. En esta ocasión presentaron la obra La Verdad Sospechosa de Juan Ruiz de Alarcón, con un montaje también novedoso por su ambientación en el Madrid de 1950 cuando la obra fue escrita en el siglo XVII. Una comedia de enredos amorosos con moraleja para una sociedad con costumbres frívolas y con una doble moral propia de la época, aunque en la actualidad también se puede entrever actitudes parecidas. Obra muy divertida e interpretada por un magnífico elenco en el que destacaban Rafa Castejón, Juan Messeguer, Marta Poveda, Fernando Sansegundo, Nuria Gallardo y el incombustible y fijo de Almagro, Joaquín Notario.
Una edición y un fin de semana más en el que siempre descubrimos algo nuevo en esta localidad que cada año nos acoge con la mejor de sus sonrisas. Ya queda menos para el Festival del año que viene.