jueves, 24 de octubre de 2013

LOS HIJOS DE KENNEDY

Reparto de lujo, a mí me parecía inalcanzable pero Josep Mª Pou lo ha conseguido, pone en pie cada noche el texto de Robert Patricks, Los hijos de Kennedy, en el Teatro Cofidis Alcázar. Ver juntas en el escenario a 3 divas como Maribel Verdú, Emma Suárez y Ariadna Gil no tiene precio, aunque tampoco se quedan atrás los actores que las acompañan: Fernando Cayo y Alex García.
Tomando como punto de partida el disparo que acabó con la vida de JFK, y supuso el antes y después del famoso sueño americano, se suceden los monólogos de cinco herederos de la era Kennedy. Están todos en un bar, pero no sabemos si en el mismo bar y si coinciden en el tiempo. Cada uno representa un personaje de un segmento de la sociedad americana de la época. Cada uno habla de sus anhelos, de sus sueños, y de lo que se han convertido con el tiempo. ¿Sirvió para algo su lucha? A tenor del sabor agridulce que se desprende de sus relatos, me temo que no.

Maribel Verdú está deliciosa. Ella es la que sueña con tomar el relevo de Marilyn ante su prematuro final. Su sueño es ser como ella, lucha con todas sus fuerzas para imitarla y ser una estrella del firmamento americano. Desgraciadamente, no prueba las mieles del éxito y se ve abocada a realizar favores sexuales a cambio de trabajos tan apasionantes como el de ser gó-gó en Metropol. Ve como su sueño se desvanece y lo único que acaba teniendo en común con el mito Monroe es su cabello rubio platino, y a lo peor, su macabro final.

Ariadna Gil, creíble y magnífica, representa a la América del amor libre y de la lucha por los derechos humanos. Activista y comprometida con las causas más desfavorecidas, sufre la decepción de pensar para qué sirvió tanta lucha, si solo consiguieron ser golpeados y vapuleados por  las fuerzas del orden público y de los medios de comunicación que hacían lo imposible porque solo trascendiera lo que interesaba al poder. Solo sacó de su compromiso y lucha los cardenales en su cuerpo y un novio politoxicómano. Era la época de Janis Joplin, Jim Morrison y Jimmy Hendrix.

Emma Suárez, muy bien, como nos tiene acostumbrados, aunque le ha tocado el papel más ingrato al ser el más comedido y discreto, pues es una secretaria de clase media, devoradora de las revistas del corazón, y que mira con nostalgia a una época, en la que la belleza y el estilismo era un valor añadido. Recuerda a la Doris Day que protagonizaba películas de amor y lujo con el galán de la alta comedia americana, Rock Hudson.

Fernando Cayo interpreta el personaje más conmovedor. Mezclando el drama con la comicidad, es el exponente de la América más underground. Su sueño es ser un actor de Broadway, pero apenas llega a ser un actor de tercera de Off Broadway. Ve como para sobrevivir tiene que hacer doblete, triplete, cuatriplete,... en salas inmundas y en producciones de ínfimo presupuesto.

Alex García sorprende en su papel, difícil y dramático, de soldado americano que, como tantos otros, luchó en la Guerra de Vietnam. ¿Para qué matar a gente que es como tú por las órdenes de unos iluminados que deciden hacer una guerra? ¿Por qué tanta barbarie y tanta sinrazón? Todos los americanos, y mucho menos él, no son Sylvester Stallone, ni siquiera son Rambo.

Maravillosas 5 interpretaciones bajo la batuta del gran Josep Mª Pou, con una puesta en escena funcional pero eficaz, contando una historia que cautiva de principio a fin y que reconocemos perfectamente aunque se desarrolle lejos de nosotros.
Solo una objeción, no entiendo, y cada vez me gusta menos, la manía de tener el telón levantado cuando los espectadores entran en el patio de butacas para ocupar sus localidades. Hay más magia cuando el telón se levanta despacio cuando va a empezar la obra. Será otra batalla perdida como la de los 5 personajes de esta gran obra, Los hijos de Kennedy.











1 comentario:

  1. Muy atinado bajo mi punto de vista, muy bien expresado y muy de acuerdo con tu opinión. Objetaría el papel de Alex García que creo no borda, aunque podría quedar en correcto (es mi humilde opinión) y por otra parte, creo que desvelas demasiado el papel de Maribel Verdú. Un aplauso para ti Ricardo, lo haces de lujo.

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