Aunque por la mayoría será recordado por su personaje en la mítica Farmacia de guardia, lo cierto es que tiene un currículum cinematográfico, televisivo y teatral envidiable. Su dominio de las tablas y su dicción perfecta los dejó en títulos como Los Gozos y las sombras, La Gata sobre el tejado de zinc, Pesadilla para un rico, D. Juan Tenorio, La tercera palabra, y tantos otros en los que demostró que llevaba en la sangre la interpretación. Como sería el amor que tenía a su profesión que enseguida se lo contagió a sus hijos que tanto aman también su profesión ya sea como intérpretes o productores.
Los actores como él que tanto han mamado del teatro y han dado tanto a su oficio son irreemplazables, es muy difícil que salgan otros que se parezcan, ya que hoy día prefieren los focos y las alfombras rojas a las lecturas de Shakespeare o de Calderón de la Barca. Hijo de actores y hermano de la magistral Amparo Rivelles, no pudo estrenar la obra que tenía previsto realizar junto a su ex mujer Mª Luisa Merlo, que tanto nos hizo disfrutar con la obra 100 metros cuadrados. Una familia dedicada en cuerpo y alma a la interpretación, que hoy ha perdido su patriarca, a su ejemplo de vida y de dignidad en su trabajo.
El mismo día que perdemos al músico Bernardo Bonezzi y tan solo unos días después de despedir a Juan Luis Galiardo, Sancho Gracia y Aurora Bautista, tenemos que decir adiós a otro de los grandes. DEP.