Además del placer que supone visitar una vez al año la preciosa localidad castellano-manchega, y disfrutar de su gastronomía, sus gentes, sus calles, sus históricos y culturales edificios, sus cañas, su diversión nocturna y demás, también ofrece la posibilidad de presenciar obras de teatro de primer nivel en unos escenarios, nunca mejor dicho, impresionantes.
Como rituales que se repiten cada año tenemos las obligadas cenas en el patio de La Hospedería de Almagro y en El Corregidor, dos lugares clásicos de Almagro de los que no te cansas aunque repitas la visita año tras año. En ellos se puede degustar los manjares autóctonos de la zona regados por el mejor vino en un ambiente joven, distendido y agradable. Visita obligada a los dos lugares cuando tengáis oportunidad de visitar Almagro.
El alojamiento en el hotel rural Tía Pilar, muy céntrico junto a la Plaza Mayor, hace que te sientas como en casa gracias a Consuelo y Mercedes que lo regentan. Desayuno abundante y exquisito, piscina, varios patios manchegos, wi-fi, y un trato inmejorable hace que, si cabe, la estancia en Almagro sea aún mejor y se haga más corta. Las primeras copas, después de la función, en el Agora o en otros de la misma calle, y las últimas copas, hasta que el cuerpo aguante, en el Seven, antes llamado Urgencias, contribuyen a que se aproveche el fin de semana al máximo, porque ¿quien ha dicho que la cultura está reñida con la fiesta?
Parezco, hasta el momento, relaciones públicas de Almagro pero para nada, simplemente recomiendo lo que me parece bueno y quiero compartirlo en este blog. Además de hacer todo lo que os he relatado más alguna visita a una exposición, al Museo del Teatro y a alguna tienda de berenjenas de Almagro, presenciamos cada día del finde una función que paso a comentar un poco.
El primer día elegimos un montaje poco habitual en el Festival por lo trangresor y original, ya que no era una obra clásica al uso sino un divertimento teatral en el que a través de varias piezas del teatro barroco, van desgranando y desmontando la actualidad con gran agudeza, ingenio y humor. Un espectáculo cómico-festivo con música en directo a cargo de la compañía Ron Lalá. La obra se titulaba Siglo de Oro, Siglo de Ahora (Folía), el balance fue una hora y media de diversión, carcajadas y ovaciones con el público en pie.
Para el segundo día sí elegimos un clásico, no solo porque se trate de la CNTC sino porque cada año la Compañía visita el Festival y nosotros la visitamos a ella. En esta ocasión presentaron la obra La Verdad Sospechosa de Juan Ruiz de Alarcón, con un montaje también novedoso por su ambientación en el Madrid de 1950 cuando la obra fue escrita en el siglo XVII. Una comedia de enredos amorosos con moraleja para una sociedad con costumbres frívolas y con una doble moral propia de la época, aunque en la actualidad también se puede entrever actitudes parecidas. Obra muy divertida e interpretada por un magnífico elenco en el que destacaban Rafa Castejón, Juan Messeguer, Marta Poveda, Fernando Sansegundo, Nuria Gallardo y el incombustible y fijo de Almagro, Joaquín Notario.
Una edición y un fin de semana más en el que siempre descubrimos algo nuevo en esta localidad que cada año nos acoge con la mejor de sus sonrisas. Ya queda menos para el Festival del año que viene.
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